Si alguna vez ha pensado que la cocina
tradicional que ofrece un restaurante de la tierra tiene su fin en los
platos al uso que conocemos, no sabe que el Parador de Almagro ofrece a
partir del lunes y durante toda la semana (12 al 18 de marzo) platos
característicos de la cocina de quintería.
Platos tradicionales,
nuestros, esos que han preparado nuestros antepasado basados en
ingrediente sencillos, naturales, que se coservan de manera fácil y que
debían aportar colorías para aguantar las duras jornadas de trabajo en
el quinto. Hoy el Parador los recupera y los reinventa para que nuestros
paladares puedan saborearlos y disfrutarlos agusto. Así, el cocinero
José Alfonso Merlo muestra los más exquisitos platos como las costillas
en adobo de orza, los torreznos o el moje de tomate como entretenimiento
o un magnífico empedrado de garbanzos y matanza, las patatas con
caldillo o la otrora tortilla guisada con azafrán como primeros platos.
Para los segundos, Merlo ha preparado algo tan nuestro como el bacalao
(el pescado de la tierra por excelencia) a la parrilla con ajada de
cornachos, lomo de trucha frita (el pescado de nuestros ríos) con jamón
curado, gazpacho manchego o magras de cerdo. Los postres de quintería
pasan por gachas dulces (buenísimas), melón al vino tinto y mostillo,
flor manchega y bartolillo sobre natillas (inmejorable).
Los vinos de
redondean el menú. A la degustación que ofreció el Parador por cortesía
de su director, Alfonso Sánchez-Migallón, asistió el alcalde de Almagro,
Luis Maldonado y un reducido número de medios de comunicación.